lunes, 27 de junio de 2011

Nina Ubice y Noel Reynoso

Conociendo sus derechos
Había una vez una niña llamada Candelaria de ocho años de edad a la cual sus padres obligaban a trabajar, vendiendo estampitas, a la gente que conducía sus autos cuando paraban en los semáforos. Por desgracia, su familia no tenía dinero para pagar su educación y la de sus cinco hermanos. Vivían en una casa muy precaria y tenían solo tres colchones en muy mal estado para dormir ocho personas.
Un día, trabajando, la niña vende una estampita a un hombre muy adinerado, que sintió mucha pena al ver el mal estado de la niña. Amablemente, la invita a sentarse y así charlar un rato. Ella le comenta que no va a la escuela, no tiene tiempo para disfrutar de un juego, no tiene documento y tampoco tiene amigos al igual que su familia. El hombre muy asombrado pregunta:
-      ¿Cuántos hermanos tenés?
Ella le responde:
-      Cinco: Juan, Manuel, Tomás, Martina y Sofía
Él le pide que lo lleve con sus padres y ella hace lo que él le pide.
Cuando habla con sus padres, Mariana y Santiago, él se ofreció a pagar la educación de los niños, refaccionar su casa, darle documentos a la familia y les ofreció trabajo a sus padres en su hotel, así los chicos  no trabajarían.
Al día siguiente, el hombre se presentó en la  escuela, inscribió a los  niños, compró uniformes y comenzó los trámites para conseguir los documentos.
En la escuela, los niños aprendieron a leer, escribir y muchas cosas más, pero lo más importante, conocieron sus derechos. Con el dinero que ganaban los padres y la ayuda del hombre arreglaron la casa para que esté en condiciones para vivir. Los chicos no tuvieron  que trabajar más, hicieron amigos, estudiaron y se divirtieron.
Nina Ubice y Noel Reynoso

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